Me parece que voy a cerrar la página. Me deprime tenerla tan abandonada para nada. Ya sólo supone un esfuerzo y la ilusión del principio se desvaneció. Me parece que algunos proyectos simplemente caducan.
Sigo anunciando mi página, sigo comentándola con los amigos, e incluso con los conocidos. Y parece que le atribuyo una vitalidad y una continuidad que obviamente no tiene. Ha pasado de ser un canal creativo a una especie de fingida tarjeta de presentación.
Creo que quedará muy bien para la historia. Pero ya no escribo para Pidemeuncuento. Ya no pido palabras. No quiero escribir más cuentos por palabras. Se me pasó. Lo más honesto será reconocerlo. Y todo quede en paz.
Doy las gracias a todos los que me enviaron sus palabras. Ha sido uno de los proyectos más hermosos de mi vida. Tenía sed de compartir, sed de dar. Recibí elogios y agradecimientos. Fueron paga más que suficiente.
Pero a pesar de que se me acabó la energía con Pidemeuncuento, yo seguía erre que erre con el proyecto, aceptando palabras cuando no tenía en verdad ganas de escribir más. Tengo ganas de otras cosas quizás.
Esta página es muy sensible. Cuando la cuido aparece gente y me piden más. Cuando no la cuido, todo el mundo se va. Ahora me siento aquí solo, delante de mi paginita, y creo que sería honroso terminar ya.
¿qué harás Marcos? ¿Qué harás?
Pidemeuncuento 